Representa la dualidad individualidad-colectividad por medio de la casa, elemento que crea y define nuestra identidad. Cuando el individuo se ve desde lo colectivo es tan diferente como lo puede ser otro, y lo singular pasa a ser insignificante en el mapa.

 

Del mismo modo, el título nos transporta a este sentimiento. La casa tiene una inscripción exclusiva, pero no deja de ser un código encerrado en quince cifras y cuatro símbolos.

 

Las fotografías son tomadas de Google maps, lo que nos lleva de forma directa a la identidad digital. En el comienzo del año 2020, debido al estado de alarma y confinamiento en España y el mundo, la identidad digital tomó fuerzas contra la identidad “a secas”. Aunque esta variedad de la identidad tiene gran valor en el siglo XXI, es indirecta, subjetiva e irreal: depende del individuo y queda lejos de la realidad, llegando a ser obsoleta en muchas ocasiones.